POLÍTICA
17 de mayo de 2025
Gobernar sin Macri y quedarse con toda la derecha: la doble jugada de Milei

El Presidente apuesta fuerte en las elecciones porteñas con Manuel Adorni a la cabeza y pone en marcha su plan para asegurarse el control del Congreso sin depender del PRO. Busca consolidarse como el único líder de la derecha hacia 2027. El lunes, se reactiva la interna libertaria entre karinistas y caputistas.
Javier Milei se juega una parada clave este domingo en la Ciudad de Buenos Aires. Con el lanzamiento de Manuel Adorni como primer candidato, el Presidente inicia una secuencia electoral en la que pone en juego mucho más que una banca: apunta a consolidar una nueva arquitectura de poder sin ataduras al PRO y sin necesidad de alianzas incómodas con Mauricio Macri, a quien ya identifica como un actor con capacidad de daño.
Desde Casa Rosada aseguran que Adorni es “el ancho de espadas” de La Libertad Avanza, una figura con fuerte exposición mediática y que responde directamente a Milei. El propio mandatario encabezó la campaña, recorrió medios, eventos y hasta redes sociales, con una intensidad poco común para una elección legislativa de distrito. La apuesta es total: ganar en territorio porteño, bastión histórico del macrismo, sería una victoria simbólica y estratégica.
El objetivo inmediato es claro: llegar a 2026 con mayoría propia o con al menos un tercio del Congreso que permita sostener vetos y decretos sin depender del PRO. Las derrotas parlamentarias que sufrió el oficialismo —como la caída del artículo sobre fondos reservados y los cambios en la Corte— aún duelen en Balcarce 50, y apuntan directamente al expresidente como responsable de esos frenos.
Pero Milei va más allá. Su verdadera ambición es reconfigurar por completo el tablero de la derecha argentina y posicionarse como su único conductor de cara a 2027. “Queremos que del centro hacia la derecha sea todo nuestro”, confió uno de sus asesores. Si logra ganarle al PRO en CABA, podría adjudicarse simbólicamente la representación de todo el espectro antikirchnerista.
Sin embargo, no todo es armonía dentro del oficialismo. A partir del lunes, una vez pasadas las elecciones, volverá a encenderse la interna entre los denominados “karinistas”, que responden a Karina Milei, y los “caputistas”, alineados con el estratega Santiago Caputo. La tregua fue apenas un pacto de silencio para evitar ruidos antes de la votación.
En las últimas semanas, el propio Presidente comenzó a involucrarse en esa puja. Un ejemplo fue el reciente respaldo público a Agustín Romo, legislador provincial y dirigente de confianza de Caputo, a quien Milei definió como “el gran conductor de PBA”. La intervención fue leída como un claro mensaje hacia Karina y su operador bonaerense, Sebastián Pareja, quien había marginado a Romo en una foto institucional.
Este tipo de tensiones anticipan un cierre de listas agitado en la provincia de Buenos Aires. Julio será el mes clave para definir si los libertarios apuntalan un armado propio y vertical, si ceden lugares al PRO —con Cristian Ritondo en el radar— o si optan por una fórmula puramente violeta, con dirigentes surgidos del universo digital y del riñón presidencial.
Las elecciones de septiembre en Buenos Aires y las nacionales de octubre terminarán de moldear el mapa. Pero Milei ya dejó en claro que no está dispuesto a ceder espacios ni compartir el liderazgo. Su proyecto es gobernar sin condicionamientos y absorber todo el electorado de la derecha. Este domingo, con Adorni como punta de lanza, comienza esa ofensiva.