Sábado 12 de Octubre de 2024

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POLÍTICA

12 de octubre de 2024

La derecha se reorganiza mientras Milei cae en popularidad

El desencanto de los votantes de Juntos por el Cambio comienza a impactar en la estabilidad de la coalición oficialista, generando movimientos clave de cara a las elecciones del próximo año.

Las alianzas políticas y la renovación de bancas se tornan cruciales para mantener la influencia en distritos estratégicos, mientras las fuerzas de derecha buscan redefinir sus posiciones en un escenario cada vez más fragmentado.

Un contexto de desgaste y tensiones

En los últimos meses, la aprobación del gobierno nacional ha experimentado una notable caída, en gran parte, por la decepción de los votantes que respaldaron a Juntos por el Cambio en las elecciones generales de 2023. Según un estudio de la consultora Casa3, el apoyo al gobierno de estos electores pasó del 82% en junio al 60% en septiembre. Esto refleja una desilusión creciente que también afecta a otros sectores del espectro político, incluyendo a quienes votaron por Javier Milei.

La pérdida de apoyos “prestados” es una consecuencia natural, según explicó Mora Jozami, directora de Casa3. No obstante, este panorama aún no debe interpretarse como una recuperación de votos por parte de la oposición, ya que el PRO no ha perdido del todo su base electoral, aunque parte de sus seguidores apoyen actualmente la gestión de Milei. La gran incógnita es cómo se reorganizará la oferta electoral de cara al futuro: si Juntos por el Cambio logrará mantenerse como coalición o si el PRO tomará un camino separado, tal vez en alianza con La Libertad Avanza (LLA).

Los riesgos electorales para Juntos por el Cambio

En 2025, Juntos por el Cambio deberá afrontar la renovación de una importante cantidad de bancas en el Congreso. La UCR pondrá en juego 24 diputados y cuatro senadores, mientras que el PRO arriesgará 23 bancas en la Cámara Baja y dos en la Alta. La Coalición Cívica y Encuentro Federal también enfrentan desafíos similares, con una parte sustancial de sus representantes en riesgo.

El control de las bancas en distritos clave, como la provincia de Buenos Aires, será determinante. Javier Milei, que tendrá el “voto de oro” en este territorio, busca negociar en términos favorables con el PRO. Los libertarios pretenden un reparto de candidaturas que los sitúe en primer lugar, relegando a los sectores bullrichistas y macristas a posiciones secundarias. Sin embargo, desde el PRO de Mauricio Macri ya han descartado aceptar imposiciones, considerando que el bullrichismo forma parte del gobierno y no debe ser tratado como una fuerza externa.

La fragmentación en la Ciudad de Buenos Aires

El escenario en la Ciudad de Buenos Aires también presenta un panorama de incertidumbre. Todavía no está claro si el PRO se aliará con La Libertad Avanza o si reactivará Juntos por el Cambio sin la participación de libertarios ni bullrichistas. Para la UCR, que deberá renovar un senador y dos diputados en este distrito, las opciones pasan por un posible acuerdo con el peronismo o la creación de una nueva versión de UNEN, centrada en un espacio progresista.

El futuro del centro político

El centro político también busca su espacio en este escenario fragmentado. Miguel Ángel Pichetto, que lidera Encuentro Federal, ha mantenido conversaciones con figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Juan Schiaretti y Florencio Randazzo para la creación de un espacio de centro con representación del peronismo no kirchnerista. Esta opción podría captar a una parte de los votantes libertarios, especialmente aquellos desencantados con la gestión de Milei.

En definitiva, la derecha argentina se encuentra en un proceso de reconfiguración, con múltiples actores moviendo sus fichas de cara a las elecciones de 2025. La fragmentación actual abre la puerta a nuevas alianzas y estrategias, en un contexto donde cada escaño puede definir el futuro político del país.

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