En medio de la interna que atraviesa el espacio político de Juntos por el Cambio, Elisa "Lilita" Carrió, líder de la Coalición Cívica, ha expresado su preocupación y ha acusado a Mauricio Macri de estar jugando en contra del propio partido en las próximas elecciones nacionales.

Carrió, conocida por sus declaraciones contundentes, afirmó en una entrevista para el programa Otra vuelta más, en el canal TN, que "todos los ex presidentes, si ellos no pueden ser, quieren que el otro pierda". En este contexto, criticó la postura de Macri, a quien acusó de tener un "lado oscuro" que está trabajando para que Juntos por el Cambio salga perjudicado en los comicios.

La líder de la Coalición Cívica señaló que es consciente de que se avecina un año difícil para Argentina y destacó la importancia de ampliar la coalición opositora con figuras valiosas del peronismo. Carrió recordó que ella misma había construido Juntos por el Cambio con amplitud, rompiendo prejuicios entre el radicalismo y el PRO, pero manifestó que no participará en las discusiones internas del espacio, evitando mencionar las conversaciones entre Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

La dirigente opositora hizo hincapié en que Macri tiene un lado claro y otro oscuro, y afirmó que el lado oscuro está conspirando para que Juntos por el Cambio pierda, mencionando el caso de la candidatura de Luis Etchevehere en Entre Ríos, quien es respaldado por el partido de José Luis Espert, Avanza Libertad.

Respecto a las negociaciones con Schiaretti, Carrió planteó la necesidad de que el PRO tome una decisión y garantice la unidad del espacio. Además, cuestionó si en el caso de que Patricia Bullrich gane las internas del frente en las PASO, Macri actuará como la Cristina Kirchner de ella.

A pesar de las diferencias y tensiones internas, Carrió aseguró que Juntos por el Cambio no se romperá debido a que hay dos tercios de sus miembros que están de acuerdo. Sin embargo, insistió en la importancia de una reunión del PRO, el partido que llevó al frente a este momento crítico, y señaló que Macri votará en contra de la incorporación de Schiaretti, al igual que lo hará con Espert.

Para finalizar, la dirigente opositora planteó que Macri decidió no competir este año por una candidatura porque sabía que no ganaría, comparándolo con la situación del expresidente Carlos Menem, quien también optó por no reformar la Constitución al no tener el respaldo suficiente.

A medida que se acercan las elecciones nacionales, las declaraciones de Elisa Carrió generan incertidumbre sobre la unidad y el rumbo de Juntos por el Cambio. Sus críticas hacia Mauricio Macri y su llamado a detener las divisiones internas han puesto en evidencia las tensiones que existen dentro del espacio opositor.

La postura de Carrió refleja la preocupación por el futuro de Juntos por el Cambio y la necesidad de consolidar una alianza amplia y sólida para enfrentar los desafíos políticos que se avecinan. Sin embargo, sus declaraciones también han despertado debates y discusiones sobre el liderazgo y la estrategia del partido.

A pesar de las diferencias y los desacuerdos internos, la dirigente opositora confía en que Juntos por el Cambio no se romperá y que prevalecerá la unidad. Sin embargo, queda por verse cómo se resolverán las tensiones y si se logrará un consenso que satisfaga a todas las partes involucradas.

A medida que se acercan las elecciones, Juntos por el Cambio enfrenta el desafío de consolidar su fuerza política y presentar una propuesta convincente para los votantes. La unidad y la capacidad de diálogo interno serán fundamentales para lograr este objetivo y para mantenerse como una alternativa sólida al oficialismo.

En este contexto, el rol de Elisa Carrió como figura influyente y referente del espacio adquiere una relevancia particular. Sus opiniones y acciones pueden tener un impacto significativo en el rumbo político de Juntos por el Cambio, y su llamado a la unidad es una señal de la importancia de superar las divisiones y trabajar en conjunto.

El futuro de Juntos por el Cambio y su capacidad para enfrentar los desafíos políticos que se avecinan dependen en gran medida de cómo se resuelvan las tensiones internas y cómo se logre forjar una estrategia unificada. La incertidumbre persiste, y solo el tiempo revelará cómo se desarrollará la situación y cuál será el resultado final para el espacio opositor en las próximas elecciones nacionales.