MUNDO
12 de mayo de 2025
La tregua comercial entre EE.UU. y China reaviva el optimismo en los mercados globales

Los dos gigantes acordaron reducir aranceles por 90 días para facilitar nuevas negociaciones. La medida impulsó al alza las bolsas asiáticas, fortaleció el dólar y generó alivio en sectores estratégicos.
En una señal de distensión que sorprendió a los mercados internacionales, Estados Unidos y China anunciaron una tregua comercial de 90 días que contempla la reducción temporal de aranceles entre ambas potencias. El acuerdo, que busca dar paso a nuevas negociaciones, fue celebrado por los principales actores del sistema financiero global, que respondieron con marcadas subas en los índices bursátiles y un renovado clima de optimismo.
Desde Ginebra, sede del último encuentro bilateral, se informó que Washington reducirá del 145% al 30% los aranceles sobre productos chinos, mientras que Pekín hará lo propio con los impuestos a bienes estadounidenses, bajando del 125% al 10%. La tregua, que comenzará a regir el 14 de mayo, también incluye compromisos para avanzar en un plan conjunto sobre el tráfico de fentanilo y la creación de un mecanismo de seguimiento para continuar el diálogo económico.
Los efectos del anuncio no tardaron en hacerse sentir. En Asia, el índice Nikkei 225 subió un 2% y el CSI 300 trepó un 1,14%, reflejando la confianza del mercado en un posible giro de la política comercial global. En tanto, el petróleo registró un alza, impulsado por las expectativas de una recuperación en la actividad económica mundial, y el dólar se fortaleció frente a las principales monedas.
“El acuerdo, que reduce significativamente los aranceles sin requerir concesiones profundas, puede interpretarse como una victoria táctica para China”, señaló Canción de Lynn, economista jefe de ING para la Gran China, al analizar las implicancias del entendimiento.
Desde el Departamento del Tesoro estadounidense, Scott Bessent expresó confianza en el futuro del vínculo bilateral. “Ninguna de las partes quiere desvincularse”, afirmó, al tiempo que planteó la necesidad de nuevos acuerdos de compra por parte de China para reducir el persistente déficit comercial estadounidense. También aclaró que los aranceles sectoriales que afectan a otros países se mantendrán, al igual que las medidas impuestas en el primer mandato de Donald Trump.
Por el lado chino, se anunció la suspensión de contramedidas no arancelarias, como la inclusión de tierras raras en su lista de control de exportaciones, una medida que había generado preocupación en industrias clave de EE.UU. Esta reversión fue interpretada como una señal clara de voluntad de cooperación por parte del gobierno de Xi Jinping.
La agencia estatal Xinhua destacó que China continuará guiándose por los principios de respeto mutuo y seguirá trabajando para fortalecer una relación estable con Estados Unidos, a pesar de las diferencias estructurales.
En los mercados financieros, la reacción fue inmediata. El yuan offshore se apreció más de un 0,5% frente al dólar, aunque luego moderó su avance. Los bonos soberanos chinos, en cambio, registraron una caída, con un aumento de seis puntos básicos en el rendimiento a 30 años, el más alto desde marzo, reflejo de ajustes de cartera ante un posible repunte económico.
Con la mirada puesta en los próximos 90 días, analistas coinciden en que el éxito de esta tregua dependerá de la capacidad de ambas potencias para traducir este gesto en acuerdos concretos. Aunque el camino no está libre de obstáculos, el alivio que generó el anuncio deja entrever que, por ahora, la guerra comercial podría haber encontrado un punto de inflexión.