La derrota de Rodrigo De Loredo en la intendencia de Córdoba capital fue un golpe inesperado para Juntos por el Cambio (JxC), quienes tenían altas expectativas de ganar y mostrar una imagen de unidad en la coalición. La posibilidad de ganar la intendencia se consideraba crucial para desafiar el poder del gobernador Juan Schiaretti en la segunda provincia más poblada del país.

El resultado electoral dejó en duda la influencia del expresidente Mauricio Macri en la provincia, ya que respaldó a De Loredo en varias ocasiones durante la campaña como tambíen lo había hecho en la elección provincial apoyando a Juez. A esto se sumó la discusión interna sobre la necesidad de acercarse o no al peronismo y aliarse con Schiaretti.

Por un lado, Horacio Rodríguez Larreta, alcalde porteño y una figura prominente de JxC, considera que es fundamental ampliar la coalición con Schiaretti para garantizar la gobernabilidad de un posible gobierno de JxC. El dirigente cordobés es visto como alguien con un capital político valioso para el futuro de la coalición.

En contraposición, Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad y presidenta del PRO en licencia, discrepa con la postura de Larreta y defiende la idea de desvincularse del peronismo. Bullrich considera que el intento de acercamiento a Schiaretti ha generado confusión entre los votantes cordobeses y se muestró reticente a mantener una alianza con el peronismo.

Los referentes de JxC se reunieron en Córdoba tras el resultado de la elección para analizar los pasos a seguir. Allí, tanto Larreta como Bullrich coincidieron en que las PASO del 13 de agosto serán la verdadera prueba para definir el rumbo de la coalición.

Schiaretti, por su parte, ha dejado la puerta abierta para un acuerdo con la oposición, considerando que el país necesita un gobierno de unión nacional y la necesidad de establecer un programa común. Sin embargo, la posibilidad de un pacto con Schiaretti a tres semanas de las PASO no parece sencilla, y la postura de Bullrich se mantiene firme en rechazar esa opción.

En el juego político previo a las elecciones, la derrota en Córdoba ha generado cuestionamientos dentro de JxC y ha reabierto la discusión sobre la estrategia de alianzas. Aunque la derrota se debió en parte a la baja participación y al respaldo que recibió el oficialismo local, la incertidumbre sobre el futuro de la coalición persiste.

Los referentes de JxC se preparan ahora para la elección en Chubut, el último comicio provincial antes de las PASO presidenciales. El 13 de agosto, tras las primarias, se disiparán todas las especulaciones políticas en la coalición y se definirá el rumbo de la alianza de cara a las elecciones generales de octubre.