En las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas en la provincia de Mendoza, Argentina, Alfredo Cornejo se posiciona como el candidato más votado y se perfila como favorito para las elecciones generales de septiembre. No obstante, su triunfo está acompañado de matices debido al desgaste significativo de su base electoral. Cornejo obtuvo poco más del 30% de los votos y necesitó del apoyo de su contrincante interno, Luis Petri, para ampliar la diferencia en la confrontación directa.

Cornejo, líder indiscutible de Cambia Mendoza, es el principal estratega de esta coalición y los resultados de las elecciones reflejan el desgaste del formato de alianza política utilizado hasta ahora. A pesar de contar con escasos recursos y estar distanciado de las figuras influyentes, Petri logró un resultado relevante, lo que evidencia las fisuras en el poder de la coalición.

Hasta el momento, Cornejo ha gobernado sin enfrentar disputas internas, ya sea por convicción o por temor. Este triunfo le brinda la oportunidad de exhibir su capital político, logrando un 43% de los votos, que podría utilizar en su búsqueda de poder a nivel nacional. Sin embargo, los resultados no cumplieron con las expectativas y quedaron opacados por otros logros de Juntos por el Cambio, como la victoria en San Luis. Además, se ratificó la alianza entre Cornejo y Patricia Bullrich, quien estuvo a su lado en el escenario mientras Rodríguez Larreta celebraba en la provincia puntana.

Luis Petri fue la gran revelación de las PASO en Mendoza. Su sorpresivo resultado podría marcar el surgimiento de una figura con arraigo local, tanto dentro como fuera del radicalismo. Petri comenzó a construir su imagen política al margen de la estructura liderada por Cornejo, luego de haber sido marginado por el propio líder de su sector. A pesar de las críticas recibidas y las dudas iniciales, Petri mantuvo su candidatura y obtuvo un resultado sorprendente que lo posiciona como un dirigente relevante en un partido acostumbrado a la verticalidad y la unidireccionalidad. Ahora, podría competir por una candidatura en las listas nacionales, mientras que sus candidatos buscarán consolidarse en las elecciones generales, rompiendo el esquema establecido por la Unión Cívica Radical (UCR). Petri recibió el respaldo de otro miembro disidente del radicalismo con más experiencia, Julio Cobos, quien ha demostrado tener un buen instinto electoral.

Por su parte, Omar De Marchi se posicionó en el segundo lugar de las PASO en Mendoza con un frente armado en poco tiempo pero con una base política gestada a lo largo del tiempo. Logró superar el piso del 20% de los votos, que era su primer objetivo, y superó al peronismo en la contienda. De Marchi se establece como líder de la oposición, compitiendo por el mismo electorado que Cambia Mendoza. Ahora, su objetivo es mantener su capital electoral y captar a aquellos desencantados tanto de sus antiguos aliados como del peronismo.

De Marchi manifestó abiertamente su rechazo hacia Cornejo y se atrevió a llevar a cabo lo que había intentado sin éxito hace dos años. Con la ruptura y la formación de una nueva estructura, logró mejores resultados que en sus intentos anteriores de acceder al sillón de San Martín. Existen posibles alianzas tácitas que podrían potenciarse, como se ha visto con los intendentes del Partido Justicialista (PJ). En la competencia directa entre fórmulas, la diferencia entre De Marchi y Cornejo fue de tan solo 4 puntos. Ahora, se enfrenta al desafío de consolidar y liderar una alianza, la Unión Mendocina, que cuenta con una variedad de matices. No será una tarea fácil tanto interna como externamente, ya que en Cambia Mendoza buscarán desgastar a algunos referentes, especialmente a Daniel Orozco. Además, De Marchi buscará captar el voto disperso, incluyendo a aquellos que no participaron en las PASO (un 10% del electorado), a los descontentos con Cornejo, a los peronistas que se sientan desplazados y a los indecisos.

En resumen, las elecciones PASO en Mendoza han dejado a Alfredo Cornejo como el candidato más votado, pero con un desgaste significativo en su voto "duro". A pesar de su triunfo, enfrenta desafíos internos en el formato de alianza y su resultado quedó opacado por otros logros de Juntos por el Cambio. Luis Petri se destacó como una figura emergente, obteniendo un resultado sorprendente y posicionándose como un dirigente relevante. Por otro lado, Omar De Marchi logró el segundo lugar, superando al peronismo y posicionándose como líder opositor, desafiando a Cambia Mendoza por el mismo electorado. Ahora, ambos candidatos se preparan para las elecciones generales, en las que deberán consolidar su capital político y enfrentar los desafíos de liderar sus respectivas alianzas.