La Vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, dio una clase magistral en el Teatro Argentino de La Plata, su primera aparición pública desde el anuncio del presidente Alberto Fernández de no presentarse para un próximo mandato. Durante su intervención, la dirigente advirtió que la Argentina atraviesa una situación en la que figuras, ideas y hechos del pasado parecen querer instalarse en el presente para condicionar el futuro. Kirchner remarcó que la historia de la convertibilidad es la historia de la dolarización y afirmó que Argentina está discutiendo lo que fracasó hace 20 años.

La Vicepresidenta criticó a la oposición por promover recortes en la educación pública y señaló que ahora se proponen los vouchers, en alusión al dirigente libertario Javier Milei. Además, cuestionó la idea de la dolarización y señaló que no se le puede convencer de que la Argentina tiene que volver atrás para resolver el presente.

Kirchner también hizo referencia al ministro de Economía, Sergio Massa, al recordar que se iba a crecer pero que había que tener cuidado con la distribución del ingreso, algo que no está ocurriendo en la actualidad. La Vicepresidenta señaló que es necesario revisar las cláusulas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, ya que ese acuerdo es inflacionario y se perdieron herramientas de política económica. Kirchner mostró un gráfico que demostró la disparada inflacionaria que significó la entrada en vigencia del acuerdo con el FMI y señaló que las políticas enlatadas del organismo no les entra en la cabeza a los técnicos del FMI.

La ex-presidenta y actual vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, realizó varias declaraciones en las que abordó diferentes temas económicos y políticos. En primer lugar, hizo referencia al acuerdo con el FMI y la necesidad de revisar ciertas cláusulas, destacando la existencia de “halcones y palomas” en el FMI y en la oposición política. Asimismo, cuestionó a los empresarios que no pagan impuestos y la complejidad tributaria en el país, proponiendo una discusión seria para solucionar el déficit fiscal. En cuanto a la situación económica actual, Fernández de Kirchner señaló la importancia de alcanzar un acuerdo político sobre la regulación de la salida de dólares del país para evitar la brecha cambiaria. Finalmente, denunció la toma de deuda externa y la vuelta al FMI durante el gobierno de Mauricio Macri, calificando su accionar como “criminal”. Además, pidió avanzar en políticas de control de formación de precios y criticó a empresas como Coca-Cola, Danone, Mastellone y Unilever por facturar el 74% de la inflación en el país.

Fernández destacó que no es casualidad que la única dirigente política que fue condenada, proscripta e intentada asesinar sea ella, y criticó la falta de investigación a los responsables del atentado en su contra, quienes tienen evidente relación con empresarios.

Finalmente la vicepresidenta pidió un programa de gobierno para proyectar el futuro del país en los ejes estratégicos y los recursos con los que el país cuenta además de asegurar que el bastón de mariscal no es para "pegarle a otro compañero en la cabeza" en una referencia a los dichos cruzados dentro del Frente por sus principales dirigentes uno de ellos Juan Grabois en dichos sobre el actual ministro de economía, con una clara intención de bajar el nivel de hostilidad dentro del espacio Cirstina dejó un claro mensaje de unidad de cara a lo que se viene, llamando a la militancia al "cuerpo a cuerpo" y marcando un enemigo en común como la derecha argentina.