El PJ local cayó una vez más en su fórmula tan repetitiva para la sociedad como exasperante para la militancia, lo que hace unos meses era como una premisa a cumplir y auguraban todos los dirigentes del espacio compartiendo la idea de que la "unidad" era el camino, desembocó en algo que ya por repetición se hace predecible en la política del peronismo departamental, la ausencia total de ella e internas en el futuro próximo.

Ya son años del peronismo de Rivadavia encerrado esta dinámica, ni siquiera las condiciones que se suponían favorables ante una gran interna del bloque oficialista y el tercero en discordia que le come electorado al oficialismo fueron suficientes, con el aliciente que el paso del tiempo no colabora con el estado de salud del espacio, las nuevas generaciones ya acostumbradas a los amagues, idas y vueltas parecen perder interés por un armado que nada tiene de diferente a lo largo del tiempo, el resultado siempre es el mismo, la unidad solo una palabra necesaria en el discurso pero no mucho más que eso, lo cierto es que el resultado no cambia de años anteriores y el PJ parece ser el único que apuesta a realizar una y otra vez lo mismo a la espera de resultados distintos.

Cuatro fuerzas políticas serán las que buscarán ser quien represente al espacio en las generales, la generosidad no parece ser un atributo que sobre en el espacio y en el departamento ya que ninguna de las fuerzas intentó si quiera explorar nuevas oportunidades. La unidad de bloque de los concejales vista en el tiempo queda retratada como un acto forzado y que aún busca el efecto, en el espacio parece que nada está planificado, todo surge de arrebatos individuales, egos e intentos de supervivencia. De los tres concejales que unieron el bloque cada uno tomará un camino distinto; Juan Manuel Villalba vuelve a ser candidato a intendente pero esta vez con una lista totalmente propia en la que buscará demostrar que tiene peso específico propio, con el riego que conlleva el hecho venir de una seguidilla de candidaturas en donde su poder político puede ser cuantificado casi con total precisión. Por otra parte la concejala Fátima Campos dará su apoyo, además de buscar su reelección, a su socio político Juan Garrido que también vuelve a las PASO como candidato a intendente pero esta vez sin aliados políticos por lo que Somos Rivadavia tendrá en estas elecciones un claro diagnóstico de donde está parado realmente. Otro de los concejales que formó parte de esa unión de bloque fue Francisco Novello que sorpresivamente decidió no participar de la contienda electoral y que al parecer tampoco se sumará a ninguno de los equipos de trabajo de los demás espacios, si bien se dice que fue fuertemente tentado por otro frente para dar el salto el dirigente no participará en estas elecciones.

Además de la situación de los concejales hay que destacar que aparecen otros dos actores más, entre ellos uno de los alfiles de Carmona en el departamento que como se calculaba iba a seguir los pasos de su conductor al enfrentar si o si a quien fuese, en busca de superar el tercer lugar que obtuvo en la última contienda electoral siendo esta también una medida de su poder político en cuanto a números al ser protagonista una vez más de su espacio esta vez con candidato a gobernador dato que lo pone en igualdad de condiciones para con el resto pero que también obliga a cumplir expectativas.

Otra de las figuras que se presentará a las elecciones PASO del peronismo local no es ni más ni menos que su flamante presidenta de partido Liliana Terranova, casi de manera paradójica quien llegó a fines del año pasado a la presidencia del partido con el objetivo principal de buscar consensos en pos de la unidad, según propias declaraciones, será de la partida, no hace mucho decía “que este concejo departamental se ponga la campaña al hombro” ,en referencia al concejo departamental partidario que se acababa de conformar, según la dirigente con la convivencia armoniosa de todos los espacios. Lo que nadie se imaginó de esa frase es que sería tan literal y que se pondría la campaña al hombro siendo candidata a la intendencia a meses de llegar a la presidencia dando por tierra el supuesto objetivo de unidad.

Así el PJ de Rivadavia lo hizo de nuevo, promesas de unidad, idas, vueltas y el resultado: una PASO casi calcada a la anterior con el ingrediente de que en esta ocasión se suma la presidenta del partido. Lo que torna interesante esta elección es que es la primera vez después de mucho tiempo en la que no hay socios políticos territoriales para ninguna de las cuatro alternativas, cada una de ellas va en sus candidatos a Intendente y en su lista de concejales con fuerza propia y el resultado de las PASO será el que arroje un mapa completo y preciso de la situación del partido en Rivadavia siendo determinante para los que no consigan buenos resultados y posicionando a quien logre sorprender. Como quien dice las urnas pondrán las cosas en su lugar.