Hoy en día, la calidad del sueño se ha convertido en un problema importante para una inmensa cantidad de personas. Algunas, tienen mucha dificultad para poder dormir por las noches, desvelándose y teniendo una carencia en sus horas de sueño. Otras, pueden dormir rápido, pero se despiertan varias veces durante la noche y no pueden volver a dormir después. Y otro grupo, puede dormir mucho, pero de igual manera se siente muy cansado al despertar, quizá porque el descanso no fue profundo. 

Estas dificultades que tiene la gente para dormir en tiempos recientes tiene mucho que ver con el uso excesivo que damos a las pantallas de la computadora o el celular, incluso momentos antes de dormir, lo cual altera nuestra mente y nos hace tener un menor descanso para mantenernos en estado de alerta. También es verdad que sucesos como la pandemia acentuaron este tipo de problemas porque las personas se sentían encerradas y con poco gasto de energía, lo cual no fomenta un descanso profundo. Mucho menos si hay estrés o ansiedad.

En este panorama, ¿cómo mejorar el tiempo que dormimos para estar más descansados y por lo tanto, menos agotados al despertar? La regla de los 90 minutos para dormir por ciclos puede ser una opción. 

La propuesta de dormir por ciclos se fundamenta en los ciclos del sueño y sus diversas etapas, las cuales contemplan desde el momento en que te estás quedando dormido, cuando tienes un sueño ligero, cuando el sueño se da en ondas lentas y el ciclo REM, cuando estás en el sueño profundo. 

Cada una de estas etapas se repite durante la noche varias veces, de unas cuatro a seis veces, con un intervalo de 90 a 120 minutos entre cada ellas. Es decir, cada 90 minutos vuelves a comenzar el ciclo. Por eso, el dormir por ciclos lleva el nombre de regla de los 90 minutos. 

De acuerdo con esta información, si despiertas en el momento en que estás cambiando de ciclo, estarás mucho menos cansado que si lo haces al estar en la fase profunda del sueño, por lo que se busca que tus horarios para dormir y despertar sean orgánicos con los propios ciclos de tu cuerpo. 

Para ello, es importante que programes tus horas de sueño de manera que despiertes en alguno de los siguientes intervalos de tiempo:

•         Después de una hora y media, tres horas, cuatro horas y media, seis horas, siete horas y media o nueve horas después de que comenzara el sueño

Algo similar ocurre al dormir una siesta por la tarde o por la mañana. Si duermes durante 25 minutos, despertar será más fácil que si la siesta es de una hora; es así porque en el primer caso no llegaste a entrar en la fase profunda del sueño. En cambio, si duermes durante una hora, es posible que te sientas más cansado al despertar, pues habrás interrumpido la fase de sueño profundo. 

Para lograr estos ciclos de sueño, solo debes calcular las horas en que debes dormir y despertar de acuerdo a tu rutina y, naturalmente, ayudarte de tu despertador o de otras opciones de tecnología como el reloj inteligente, que mide en qué etapa del sueño te encuentras mientras duermes. 

De esta manera, estarás despertando en el proceso más ligero de tu ciclo de sueño y la regla de los 90 minutos te permitirá un despertar menos pesado y complicado, que de cualquier forma puedes alivianar con algunas rutinas por la mañana como tomar café, escuchar música, estirarte, levantarte de la cama y más.