NACIONALES
13 de octubre de 2025
El misterioso socio argentino de OpenAI: dudas, sombras y silencio en torno a Sur Energy

La empresa que el Gobierno presentó como clave en el acuerdo con Sam Altman no tiene trayectoria, directivos visibles ni presencia real en el sector energético.
El anuncio del megaproyecto Stargate —una inversión multimillonaria de OpenAI para instalar un centro de datos en el sur argentino— dejó más interrogantes que certezas. En el acto, el CEO de OpenAI, Sam Altman, mencionó a una supuesta socia local llamada Sur Energy, a la que calificó como “una de las empresas de energía más importantes de la Argentina”. Pero nadie en el sector parece saber quiénes son.
La escena remite a otros anuncios grandilocuentes que quedaron en la nada, como el proyecto de Hidrógeno Verde impulsado durante el gobierno de Alberto Fernández y Matías Kulfas, que prometía revolucionar la matriz energética del país y terminó en el olvido.
Una empresa sin rostro ni historia
Sur Energy no tiene antecedentes públicos, historial corporativo ni presencia en medios o registros empresariales relevantes. Su página web, de aspecto rudimentario y hecha con una plantilla genérica de Adobe, ofrece apenas un formulario de contacto y un mapa de Google. Tampoco existen perfiles activos en redes sociales ni comunicados oficiales celebrando el acuerdo con OpenAI.
Dentro del sector energético, la reacción fue de desconcierto. “Sur Energy es sólo un bróker que une a las partes; hay dos empresas de energía muy importantes detrás”, aseguró un funcionario del Gobierno que participó del anuncio. Sin embargo, no precisó quién impuso la figura del intermediario ni por qué no participaron directamente las compañías con capacidad técnica para ejecutar el proyecto.
La figura del “bróker” reaviva las sospechas sobre intermediarios que aparecen en negocios millonarios sin justificación aparente, como ocurrió recientemente en el caso de los seguros estatales, donde también se detectaron operadores que cobraban comisiones sin funciones concretas.
Sin plazos, sin detalles y con un socio fantasma
El mensaje grabado por Sam Altman para presentar el acuerdo fue breve y desprolijo: no incluyó fechas, localización, montos ni financiamiento. Desde el Gobierno aseguran que “se trata de un acuerdo privado entre OpenAI y una empresa argentina”, y que el Estado “no tiene participación directa”.
Pese a ello, la falta de precisiones y el hermetismo de los involucrados alimentaron especulaciones políticas. Algunos analistas interpretan el anuncio como un gesto simbólico más que una inversión concreta, con la intención de reforzar la imagen internacional de Javier Milei en plena etapa preelectoral.
La polémica también escaló en redes. Elon Musk, en su cuenta de X, lanzó una frase tajante: “OpenAI está construido sobre una mentira”, en aparente referencia al comunicado de Altman y a las dudas que rodean a la iniciativa.
Las versiones que circulan
En el ámbito energético comenzó a circular una hipótesis más filosa: Sur Energy habría sido creada especialmente para este acuerdo, con el fin de canalizar el trato entre OpenAI y grupos empresarios locales. Según esa versión, detrás podrían estar Central Puerto, vinculada a Nicolás “Nicky” Caputo, y otra compañía del sector.
Hasta ahora, ninguna de las partes ofreció explicaciones públicas. Sur Energy sigue sin dar señales, el Gobierno se desentiende del vínculo y OpenAI no aclaró quién será su verdadero socio operativo en la Argentina.
El resultado es un anuncio con muchas luces y pocas certezas: un proyecto global que promete revolucionar la inteligencia artificial, pero que en el plano local se apoya en una empresa que, por ahora, parece más un fantasma que un jugador real del sector energético.