Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, protagonizó un polémico episodio luego de que celebrara en sus redes sociales la detención de un hombre acusado de transportar cocaína, que finalmente resultó ser talco. Maximiliano Ariel Acosta, de 42 años, fue arrestado el 2 de octubre en un control de Gendarmería en Mendoza y permaneció encarcelado durante 21 días, hasta que las pruebas confirmaron que no llevaba drogas.

El operativo se llevó a cabo en la Ruta Nacional 7, en el peaje de La Paz, donde efectivos de Gendarmería revisaron un micro que hacía el trayecto Mendoza-Buenos Aires. Al registrar los enseres de Acosta, que llevaba 18 frascos de talco, los agentes aplicaron pruebas iniciales que arrojaron un falso positivo por cocaína. A raíz de ello, el hombre fue trasladado a la cárcel, primero a los tribunales federales y luego al penal de Cacheuta, bajo sospecha de narcotráfico.

Bullrich, visiblemente satisfecha por lo que consideró un éxito en la lucha contra el narcotráfico, se adelantó a los resultados finales y publicó en la red social X (anteriormente Twitter) una frase irónica: “Mucho talco, poco eficient-e. Un hombre intentó burlar un control en Mendoza, llevando más de 2kg de cocaína ocultos en envases de talco dentro de un micro de larga distancia. Pero la Gendarmería lo descubrió rápidamente gracias a su nerviosismo y actitud sospechosa. ¡La seguridad de nuestro país va un paso adelante de los delincuentes! Las hace, las paga”.

La madre de Acosta, Laura, expresó indignación por la situación y denunció públicamente el maltrato que sufrió su hijo durante la detención. Según contó al medio Sitio Andino, el detenido fue despojado de todas sus pertenencias y hasta sufrió abusos por parte de los agentes, quienes supuestamente lo trataban con dureza por considerarlo un narcotraficante. “Que Gendarmería me diga qué reactivos usaron. Me dijeron que lo vieron en actitud sospechosa y nervioso. Hemos vuelto a las peores épocas del país”, cuestionó Laura, molesta por el accionar de las fuerzas de seguridad.

Finalmente, tras tres semanas de encarcelamiento, Acosta fue liberado el 23 de octubre. Sin dinero ni transporte, tuvo que pedir ayuda a un automovilista para llegar al centro de Mendoza. La confusión en el análisis inicial de los frascos de talco derivó en un papelón para la ministra Bullrich y reavivó el debate sobre la necesidad de prudencia y precisión en los operativos antidrogas.