En el marco de la nueva paritaria que afecta a los trabajadores del Congreso, los senadores nacionales experimentarán un significativo aumento en sus dietas, alcanzando casi 8 millones de pesos netos a partir del próximo mes. Este incremento, que se deriva de la decisión de volver a atar sus salarios a los aumentos del personal del Congreso, se suma a las recientes subas que ya habían duplicado sus ingresos en abril pasado.

El nuevo ajuste salarial acordado en la paritaria del parlamento incluye un 6,5% adicional, distribuido en un 3,5% retroactivo a julio y un 3% en agosto. Con este aumento, los senadores verán sus dietas elevarse a alrededor de 7.850.000 pesos netos, según confirmaron fuentes del Senado. Esta decisión de vincular nuevamente sus dietas a la paritaria contrasta con la situación en la Cámara de Diputados, donde los sueldos de los legisladores, que rondan los 2 millones de pesos, están desligados de estos incrementos desde marzo. En su caso, los ajustes salariales son decididos directamente por el presidente de la Cámara, Martín Menem, sin relación directa con las negociaciones del Congreso.

El 11 de marzo, tanto Menem como la vicepresidenta y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, habían firmado una resolución que desvinculaba los aumentos salariales de diputados y senadores de los incrementos del personal legislativo. Sin embargo, solo un mes después, los senadores votaron sobre tablas un proyecto que revirtió esta decisión, permitiendo que sus dietas se incrementaran automáticamente conforme a las paritarias, lo que provocó un salto inmediato de sus salarios a 4,5 millones de pesos netos mensuales.

La situación generó controversia en mayo, cuando un nuevo acuerdo paritario del 9% volvió a incrementar los sueldos de los senadores. Aunque el aumento era previsible, la noticia en ese momento se centró en una carta enviada a la presidencia del Senado por jefes de bloques de distintos sectores políticos, quienes solicitaron renunciar a dicho incremento. No obstante, desde el entorno de Villarruel aclararon que la vicepresidenta "legalmente no puede hacer nada" ante una solicitud de este tipo, ya que la única forma de modificar o revertir un aumento es mediante un proyecto de resolución que debe ser votado en el recinto.

A meses de esta controversia, desde el Senado se subrayó que no está previsto tratar una modificación de la resolución votada en abril, dado que "la mayoría estuvo de acuerdo" con el aumento. Además, cualquier intento de cambio requeriría de una mayoría significativa, lo que parece poco probable en el actual contexto político.