El presidente Javier Milei analiza adelantar las elecciones legislativas a julio con el objetivo de cumplir con la exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de modificar el esquema cambiario y permitir una devaluación del peso. La medida, según fuentes cercanas al gobierno, surge como una alternativa para evitar una corrección cambiaria antes de los comicios, ya que en la Casa Rosada temen que un ajuste brusco del dólar oficial dispare la inflación y complique el panorama electoral del oficialismo.

Milei aseguró recientemente que el acuerdo con el FMI se cerrará a mediados de abril, pero en el mercado persisten dudas debido a la falta de definiciones concretas sobre el nuevo esquema cambiario. La principal exigencia del organismo es unificar el tipo de cambio y permitir una flotación dentro de bandas, una medida que implicaría una devaluación inevitable. Pese a que el ministro de Economía, Luis Caputo, evita hablar de una devaluación directa, los mercados ya la descuentan y en las últimas semanas se ha observado una salida del carry trade.

La estrategia electoral y el dilema económico

El dilema del gobierno radica en que necesita los dólares del FMI para reforzar las reservas del Banco Central, pero al mismo tiempo busca evitar una devaluación antes de las elecciones por el temor a que la inflación se descontrole y le juegue en contra en las urnas. Sin embargo, la sangría de reservas hace difícil sostener el esquema actual hasta octubre, mes en el que originalmente están previstas las elecciones legislativas.

En este contexto, la posibilidad de adelantar los comicios a julio aparece como una jugada que permitiría al gobierno ganar tiempo sin necesidad de modificar el tipo de cambio en el corto plazo. No obstante, la decisión no es sencilla desde el punto de vista político, ya que para modificar la fecha electoral es necesario aprobar una ley en el Congreso con mayoría especial, lo que requiere 129 votos en Diputados y 37 en el Senado. Incluso con el respaldo de sus aliados, el oficialismo enfrenta un desafío para alcanzar esos números.

Advertencias del mercado financiero

El análisis del JP Morgan sobre la situación económica argentina refuerza la idea de que el esquema cambiario actual no es sostenible en el mediano plazo. Aunque el banco de inversión reconoce una recuperación en algunos sectores, advierte que sin una corrección cambiaria el crecimiento podría frenarse. Según su informe, el gobierno no debería utilizar los dólares del FMI solo para sostener un tipo de cambio artificial, sino para establecer un esquema que genere acumulación genuina de reservas.

La posibilidad de adelantar las elecciones es, en definitiva, un reconocimiento implícito de que tarde o temprano el gobierno deberá devaluar el peso para acceder a los desembolsos del FMI y estabilizar la situación financiera. La cuestión es si podrá hacerlo en sus propios términos o si la presión económica terminará imponiendo el ajuste antes de lo previsto.