El anuncio de Javier Milei sobre la posible designación de jueces de la Corte Suprema por decreto generó un fuerte rechazo en el Senado, incluso dentro del bloque libertario y sus aliados. La medida, que apuntaría a colocar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en el máximo tribunal, podría desencadenar una crisis política y judicial.

Tras la caída de la sesión en la que se debía tratar el pliego de Lijo, la Casa Rosada dejó trascender que el Presidente podría tomar la decisión de nombrarlo por decreto antes de que finalicen las sesiones extraordinarias el próximo viernes. No obstante, en el Senado advierten que esto implicaría un alto riesgo para Lijo, ya que la Corte ya ha señalado que en ese caso debería renunciar a su actual cargo como juez federal. Si el Congreso llegara a rechazar el decreto, el magistrado quedaría sin ninguna de las dos posiciones, lo que abriría un conflicto judicial.

Ante este escenario, el jefe de los senadores peronistas, José Mayans, propuso que el debate sobre la Corte se traslade a las sesiones ordinarias con una discusión más amplia sobre la ampliación del tribunal, lo que permitiría negociar nuevos nombres y alcanzar consensos.

Desde la oposición, Cristina Kirchner ya dejó en claro que ninguno de los postulantes es del peronismo y que su sector impulsará la candidatura de una mujer, postura que podría ser compartida por sectores del radicalismo.

En Balcarce 50 reconocen que la suerte de los candidatos propuestos por el oficialismo parece haberse debilitado. En medio de la crisis por el “Criptogate”, el asesor presidencial Santiago Caputo mencionó varios nombres alternativos, pero en el ámbito judicial los consideran meros “señuelos” sin verdadero sustento.

Un senador del PRO deslizó que la estrategia del gobierno podría estar dirigida a presionar al kirchnerismo con la amenaza de nombrar jueces de corte conservadora. Sin embargo, la maniobra no parece haber dado resultados hasta ahora.

El 1° de marzo, Milei inaugurará el nuevo período de sesiones ordinarias, pero entre el 22 y el 28 de febrero aún podría decretar las designaciones. No obstante, la Corte Suprema no mostraría disposición a tomarles juramento si los nombramientos se concretaran de esta manera. Cabe recordar que en 2015, cuando Mauricio Macri intentó incorporar jueces al tribunal mediante decreto, Ricardo Lorenzetti bloqueó la ceremonia y forzó la negociación en el Senado.

Con el rechazo en el Senado y la incertidumbre en la Corte, la posibilidad de que Milei avance con esta decisión sigue siendo un enigma político que podría desencadenar un nuevo conflicto institucional.