En el marco del Congreso Extraordinario de la FIFA celebrado en Asunción, Paraguay, una imagen sorprendió al mundo del fútbol y la política nacional. Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se reunió con Karina Milei, hermana y mano derecha del presidente Javier Milei. El encuentro no solo se destacó por su contexto protocolar, sino también por las implicancias políticas y deportivas que genera.

El motivo principal fue la confirmación de Argentina como una de las sedes del Mundial 2030. Este evento histórico, que conmemora el centenario del primer Mundial jugado en Uruguay en 1930, tendrá una fase inicial en Sudamérica con partidos en Argentina, Paraguay y Uruguay, para luego continuar en Europa. En ese marco, Karina Milei, como representante del Gobierno y encargada de la Marca País, acompañada por el vocero presidencial Manuel Adorni, tuvo un rol central.

Durante el anuncio, Tapia agradeció el apoyo del Gobierno argentino en el proceso de candidatura: “Sin dudas, desde el primer día no solo han realizado la tarea administrativa para que podamos postularnos, sino que lo han acompañado como lo están haciendo acá presentes en Paraguay”. Por su parte, Milei afirmó: “Cuenten con nosotros”.

La fotografía de ambos estrechándose la mano y compartiendo momentos junto a la Copa del Mundo dejó un mensaje claro: se busca una tregua en la histórica tensión entre la AFA y el Gobierno, especialmente en lo referido a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).

Un golpe político y deportivo para Macri

El acercamiento entre Tapia y el Gobierno actual tiene como telón de fondo una batalla política que involucra al expresidente Mauricio Macri, principal impulsor de las SAD en Argentina y crítico acérrimo de Tapia. La foto representa un revés para Macri, quien, además de presidir la Fundación FIFA, mantenía un interés activo en la implementación de estas sociedades como modelo de gestión para los clubes argentinos.

La imagen también parece enviar una señal en el marco de la disputa entre el PRO y La Libertad Avanza, al posicionar a Tapia como interlocutor privilegiado entre la FIFA y el gobierno de Milei. Este escenario complica la influencia de Macri en el organismo internacional y en el ámbito del fútbol local.

El nuevo tablero en el fútbol argentino

Otro afectado por este acercamiento es Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata, quien había iniciado gestiones para avanzar con las SAD junto al empresario Foster Gillett, respaldado por el gobierno anterior. El movimiento estratégico de la AFA, alineándose con la nueva administración, parece debilitar los esfuerzos por implementar este modelo en el país.

La reunión en Paraguay redefine las alianzas en el fútbol argentino, con un Tapia fortalecido políticamente y un Gobierno que, al menos por ahora, parece haber suavizado su postura hacia la AFA. En un clima de pujas políticas y disputas internas, este encuentro deja en claro que el fútbol argentino no solo se juega en la cancha, sino también en los estrados de poder.