La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial falló a favor de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y ratificó la legitimidad de la reelección de Claudio “Chiqui” Tapia como presidente, desestimando la resolución emitida por la Inspección General de Justicia (IGJ) que había declarado irregular la asamblea celebrada el 17 de octubre en Ezeiza.

Este fallo marca un revés para el Gobierno Nacional, encabezado por Javier Milei, que había ejercido presiones en el marco de su iniciativa de implementar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino. La resolución 793/2024 de la IGJ, un organismo dependiente del Ministerio de Justicia, había señalado “irregularidad e ineficacia total” en la convocatoria a la asamblea que oficializó la continuidad de Tapia al frente de la AFA.

El conflicto detrás del fallo

El eje del litigio se centró en la denuncia presentada por Talleres de Córdoba, liderado por Andrés Fassi, quien cuestionó la validez de la convocatoria. La IGJ argumentó que el llamado se realizó de manera extemporánea y sin respetar las normativas estatutarias, permitiendo únicamente tratar el balance y los libros en esa reunión, pero no otras decisiones como la reelección de Tapia.

Por su parte, la AFA sostuvo que la convocatoria cumplió con los estatutos vigentes y que la asamblea se desarrolló de forma reglamentaria. Este punto fue clave en el análisis de la Cámara Civil, que respaldó la posición de la entidad rectora del fútbol argentino.

“No puede dudarse de la eficacia del acto asambleario, celebrado en lugar, fecha y hora convocada, donde se aprobó por unanimidad la moción principal del orden del día. Incluso contó con el voto afirmativo del delegado de Talleres de Córdoba”, señala el fallo, subrayando que ni los representantes presentes ni la propia IGJ observaron anomalías en el momento de la reunión.

Implicancias del fallo

El tribunal también criticó la falta de fundamentos sólidos en la resolución de la IGJ, destacando que el procedimiento administrativo estuvo viciado de nulidad al no garantizarse el derecho de defensa. Además, se enfatizó que la asamblea fue fiscalizada por la propia IGJ y contó con la participación activa de todos los delegados, incluido Talleres.

El fallo no solo reafirma la legitimidad de Tapia como presidente de la AFA, sino que también limita la intervención de la IGJ en la gestión interna de asociaciones civiles, tal como lo establece la legislación vigente.

Este desenlace representa un duro golpe para el Gobierno de Milei, que había intensificado su apoyo a las SAD con el respaldo de Mauricio Macri y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. La implementación de este modelo empresarial en el fútbol enfrenta una resistencia significativa por parte de dirigentes deportivos, quienes consideran que atenta contra la identidad y los valores históricos de los clubes.

Un precedente clave para el fútbol argentino

Con este fallo, la Justicia no solo respalda a Tapia, sino que también sienta un precedente en la autonomía de las asociaciones deportivas frente a intentos de injerencia estatal. En un escenario donde el futuro del fútbol argentino parece estar en disputa, la ratificación del liderazgo de Tapia marca un capítulo crucial en la defensa de la organización tradicional de los clubes.