El avance de la reforma sindical sufrió un revés este martes cuando los legisladores de La Libertad Avanza y Unión por la Patria decidieron no presentarse a la comisión de Legislación del Trabajo, liderada por el radical Martín Tetaz. La ausencia masiva dejó sin quórum a los diputados de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, que planeaban avanzar con el dictamen que pondría fin a las reelecciones indefinidas de los líderes sindicales.

Tetaz, frustrado por la situación, lanzó duras críticas desde su cuenta de Twitter: "No se puede cachetear a (Pablo) Biró para la foto y después acordar con los gordos de la CGT. Hay que elegir de qué lado están", en referencia a lo que considera un doble juego por parte de algunos actores políticos.

A pesar de la notificación previa de la ausencia de los libertarios Marcela Pagano, Manuel Quintar, Alida Ferreyra, Lorena Villaverde y Pablo Ansaloni, quienes respaldaron la postura de Unión por la Patria, otros sectores también se restaron a la convocatoria. Diputados vinculados a Miguel Ángel Pichetto y del bloque Innovación Federal tampoco se presentaron.

Desde el bloque oficialista explicaron que la propuesta no generó consenso entre los distintos sectores. "Estaba roto por todos lados", señalaron fuentes cercanas a Unión por la Patria. Según trascendió, hubo conversaciones entre el Ejecutivo y la CGT para coordinar una estrategia que dejara sin efecto el debate de la reforma.

Un opositor confirmó la existencia de una coordinación entre La Libertad Avanza y el peronismo, junto con el respaldo de la CGT, para evitar que la comisión avanzara. "Primero, no les alcanzaba para el quórum, pero también hubo una coordinación con nosotros", admitió el diputado, sugiriendo que hubo un acuerdo entre el Gobierno y el gremialismo para frenar la iniciativa.

Tetaz, quien presentó el proyecto, recibió críticas incluso desde su propio espacio, con algunas voces cuestionando su capacidad para liderar la comisión. Sin embargo, sus asesores sostienen que la maniobra responde a la presión de los sindicatos, quienes se oponen abiertamente a las propuestas de reforma. "Todo el mundo está cansado de las reelecciones indefinidas y de los descuentos en el recibo de sueldo", apuntaron desde el equipo del economista.

El diálogo entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la CGT, fue clave para que el proyecto quedara en pausa, al menos por el momento. El oficialismo parece haber comprendido el mensaje de sectores peronistas, que buscan limitar el alcance de una reforma laboral que podría afectar sus intereses.

Este episodio marca un nuevo capítulo en la tensión entre el oficialismo, los gremios y la oposición, en un escenario donde los acuerdos políticos se revelan como decisivos para definir el futuro de las leyes laborales en Argentina.