Federico Sturzenegger, el flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, se encuentra al frente de la tercera experiencia de su carrera en un gobierno, esta vez con la misión de implementar una serie de reformas estructurales que buscan reconfigurar el Estado argentino. Las expectativas y desafíos son enormes, y el país observa con cautela cada uno de sus movimientos.

Una Visión de Cambio Radical

Javier Milei, presidente de la Nación, ha descrito las reformas impulsadas hasta ahora como “la reforma estructural más grande de la Argentina”. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, que permanece en vigencia salvo algunos artículos suspendidos por la Justicia, ha instaurado una serie de modificaciones legislativas significativas. Estas medidas incluyen la derogación de leyes clave en sectores como el mercado inmobiliario, la salud privada, las tarjetas de crédito, y la transformación de empresas estatales en sociedades anónimas, entre otros cambios. Modificando de hecho las relaciones laborales generando miles de despidos en los meses que lleva como presidente de la nación.

Expectativas y Realidad Económica

A pesar de estas reformas, las dudas sobre la viabilidad del plan económico persisten. Sin una devaluación y el levantamiento del cepo cambiario, el campo que lleva liquidado el mínimo posible y los empresarios locales se muestran reticentes a invertir, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha brindado el apoyo esperado. Los beneficiarios iniciales de estas reformas ya han asegurado sus ganancias ya hicieron su negocio, pero el impacto general en la economía sigue siendo incierto ya que los sectores beneficiados dudan del camino a seguir y no tienen pensado invertir de su patrimonio en este contexto.

La Ley de Bases y el Acuerdo Fiscal

En junio, el Congreso aprobó la ley de bases junto al acuerdo fiscal, delegando facultades extraordinarias en materia administrativa, económica, financiera y energética. Esta ley permitirá, entre otras cosas, la privatización de empresas públicas, una reforma laboral profunda, y la renegociación de contratos de obra pública. La implementación de estas medidas se espera de manera paulatina durante los próximos meses con resultados inciertos ya que la reacción de los mercados luego de tal aprobación no fue de las mejores.

Planes Inmediatos del Nuevo Ministro

Sturzenegger ha anunciado una serie de acciones inmediatas que abrirían la puerta al despido de 30 mil empleados estatales y la eliminación de regulaciones en sectores clave. Además, planea introducir una reforma electoral y política que contempla la eliminación de las PASO y la implementación de la boleta única, así como una reforma educativa que afectaría una vez más el arancelamiento universitario.

Una Historia de Altibajos

El historial de Sturzenegger en el gobierno incluye su rol como número dos de Domingo Cavallo en 2001 y como presidente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri. Ambas experiencias estuvieron marcadas por políticas económicas controvertidas que resultaron en crisis y recesión. Su fascinación por Elon Musk y la filosofía de "aprender de los fracasos" y una metodología sin control de daños qué apunta a la velocidad antes que a la previsión, cuidado y planificación añade un matiz adicional a sus planes actuales que atraviesa a todo el gobierno de Milei.

Un Futuro Incierto

La analogía de Sturzenegger con los cohetes de SpaceX, que fallaron varias veces antes de tener éxito, refleja su enfoque actual. El magnate asegura en sus libros que la reducción de costos fue gracias a evitar los protocolos de prevención y seguridad tres cohetes explotaron antes de que alguno fuese exitoso. Sin embargo, esta vez, 47 millones de argentinos están a bordo de un "cohete económico". La incertidumbre y los riesgos son altos, y solo el tiempo dirá si su tercer intento resultará en un éxito duradero o en otro capítulo tumultuoso para la economía argentina.