En el reciente encuentro entre Sergio Massa y Javier Milei, el líder de Unión por la Patria se erigió como un hábil estratega, especialmente en el primer bloque del debate, donde impuso las reglas y acorraló a su oponente. La destreza de Massa se evidenció al mantener el control y marcar el tono del espectáculo. Como quien dice "a su juego lo llamaron" a la hora de un debate discursivo en un equilibrio entre la información, la intensión y los objetivos de una noche llena de sorpresas.

El libertario Milei, por su parte, enfrentó dificultades, mostrando momentos de desorientación, especialmente cuando Massa lo llevó al terreno de la crisis económica. A pesar de algunos tropiezos, Milei logró equilibrar el segundo bloque del debate y desafiarse en el centro del ring, aunque sin impactar de lleno en las vulnerabilidades de Massa.

El debate incluyó momentos de tensión, donde Massa aprovechó para recordar las diferencias entre Milei y Patricia Bullrich, estrategia que también implementó para despegarse de la figura de Macri. Se exploraron temas como la economía, la inseguridad y la educación, revelando divergencias en las propuestas y visiones de ambos candidatos.

Un punto álgido se alcanzó cuando Massa cuestionó a Milei sobre supuestas propiedades en los Estados Unidos, generando un intercambio intenso. Milei, a su vez, logró impactar cuando se abordó el tema de la educación, exponiendo cifras de deserción y pobreza infantil que contrarrestaron las propuestas de Massa.

Massa sorprendió al libertario en gran parte del debate al tener una clara estrategia y mucha información sobre Milei que lo tomó de sorpresa, como fue el dato sobre la participación de Milei en el banco Central en una pasantía donde el libertario no logró explicar el hecho de porque no había sido renovada. En ese sentido mostró flaquezas y hasta desconocimiento cuando Massa notó que no estaba preparado el candidato de La Libertad Avanza para explicar que es el GDE donde al notarlo presionó e incomodó al Javier Milei en un momento tenzo de la noche.

En el segmento de Producción y Trabajo, Massa se aproximó a una agenda liberal, proponiendo impuestos cero a exportaciones e incentivos a las economías regionales. Milei, aunque mostró resistencia, reconoció sus limitaciones en el ámbito empresarial.

El debate fue un espectáculo político donde Massa exhibió su experiencia y habilidades estratégicas, mientras que Milei enfrentó desafíos, mostrando tanto sus fortalezas como sus limitaciones. El veredicto sobre el ganador del debate sigue siendo subjetivo, pero ambos candidatos dejaron huella en esta confrontación política.