En un clima de alta tensión política, el Gobierno de Argentina expresó su descontento con el PRO y amenaza con romper los acuerdos de cara a los comicios de 2025 si el macrismo no apoya al oficialismo en la votación del proyecto de ley que busca regular los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). La iniciativa, que podría ser aprobada en el Congreso antes del 30 de noviembre, ya enfrenta una advertencia de veto por parte del presidente.

Desde la Casa Rosada, un funcionario expresó en declaraciones que “si votan en contra nuestro, entonces ya no tenemos más nada para hablar de acá a mayo”, refiriéndose a las elecciones del próximo año y a la posible ruptura de los acuerdos electorales con el PRO. “En mayo vamos a hablar con los que hayan acompañado, no con los que no hayan acompañado”, sentenció.

Fractura entre Milei y Macri

La postura del PRO respecto a este proyecto aún es incierta. Aunque el partido liderado por Mauricio Macri anunció que no dará quórum para la sesión en la que se discutirá el proyecto, la oposición asegura que contará con los números necesarios para avanzar. En este contexto, algunos analistas especulan con una abstención del PRO, mientras que otros indican que podrían votar en contra del Gobierno, una opción que profundizaría la crisis con el oficialismo.

En paralelo, algunos allegados a Javier Milei han criticado abiertamente a Mauricio Macri. Manuel Adorni, vocero de La Libertad Avanza (LLA), calificó al expresidente como un “amigo que solo comparte milanesas con el Presidente”, en una crítica que sugiere un distanciamiento entre los líderes. Guillermo Francos, jefe de Gabinete de Milei, también arremetió contra Macri por sus constantes críticas al gobierno, calificándolas de “injustas”.

Poder de daño y vigencia del PRO

La figura de Macri dentro de la alianza de derecha no escapa al análisis del asesor presidencial Santiago Caputo, quien se apoya en una frase del libro de Benjamin Graham, mentor de Warren Buffett, para definir la relación: “Las cosas hay que pagarlas por lo que valen y no por el precio”. Caputo sostiene que el PRO de Macri ha perdido influencia, aunque reconoce que todavía tiene un “poder de daño” cuyo alcance, a su juicio, finalizará con la reconfiguración parlamentaria prevista para diciembre de 2025.

La votación avanza mientras el Gobierno planea otro veto

El proyecto, que cuenta con el apoyo de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Coalición Cívica, Frente de Izquierda y algunos radicales díscolos, parece encaminado a obtener media sanción en el Congreso y, según pronósticos, también en el Senado. Frente a este escenario, el Ejecutivo ya advirtió que, en caso de que la ley se apruebe, será vetada por el presidente.

Un alto funcionario de la Casa Rosada, conocedor de las negociaciones en curso, manifestó su confianza en que, tras el veto, “algunos se darán vuelta para asegurar el tercio y no podrán ratificar el veto”. Este proceso se ha convertido en una muestra de la tensión que caracteriza la “nueva era política” argentina, en la que los acuerdos y alianzas parecen más inestables que nunca.