ECONOMÍA
15 de julio de 2024
Error de cálculo del Gobierno: deberán transferir USD 1.000 millones adicionales a EE.UU.
La administración cometió un error en los cálculos y deberá transferir USD 2.500 millones al Bank of New York para asegurar el pago de la deuda en enero. La confusión y la falta de claridad generan incertidumbre en los mercados y elevan el riesgo país.
En un intento desesperado por calmar a los mercados financieros, el Gobierno cometió un error en sus cálculos y deberá transferir aproximadamente USD 2.500 millones al Bank of New York (BoNY) en lugar de los USD 1.528 millones previstos inicialmente. Esta corrección tiene como objetivo asegurar el pago de la amortización y renta de los bonos emitidos bajo legislación extranjera, programado para enero del próximo año.
La confusión se acrecentó cuando el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que girarían los dólares necesarios al BoNY para cubrir la amortización de los Bonares, bonos globales con legislación argentina, que tradicionalmente son pagados por el Banco Central. Esta incongruencia fue señalada a Quirno a través de la red social "X", donde el funcionario respondió con una broma antes de ofrecer aclaraciones, lo que incrementó la incertidumbre y descontento entre los inversores.
El nerviosismo del mercado se intensificó, ya que el anuncio del Gobierno no incluyó un plan claro para garantizar el pago de las amortizaciones, ni se mencionaron los vencimientos de capital del 8% para los bonos globales y del 10% para los Bonares. Este vacío ha abierto la puerta a especulaciones sobre una posible reestructuración de la deuda.
Además, los tenedores europeos de bonos quedaron en el limbo, ya que no se especificó cómo se les garantizará el cobro. Las medidas tomadas el fin de semana, como la intervención del Banco Central vendiendo reservas y el envío de dólares al BoNY, no lograron el efecto deseado. Este lunes, los títulos públicos se desplomaron y el riesgo país superó nuevamente los 1.500 puntos básicos.
El Gobierno enfrenta vencimientos por un total aproximado de USD 4.300 millones en enero, incluyendo la renta y amortización de los Bonares y los bonos globales. Sin embargo, Quirno mencionó que solo transferirán USD 1.528 millones al BoNY, dejando en el aire el saldo restante y aumentando la volatilidad del mercado.
La falta de un cronograma claro para levantar el cepo y liberar el flujo de capitales ha desatado una corrida financiera, hundiendo el precio de los bonos públicos y disparando el valor de los dólares financieros, con una brecha con el oficial que supera el 50%. La caída de los bonos ha incrementado la Tasa Interna de Retorno a niveles entre el 25% y el 29%, dificultando aún más la colocación de deuda en los mercados voluntarios.
En un intento por calmar la situación, el presidente Javier Milei anunció que el cepo se levantará cuando la tasa de inflación y la tasa de devaluación converjan a cero. Además, busca eliminar los pasivos remunerados del Banco Central y los puts, instrumentos que permiten a los bancos vender títulos públicos al Banco Central en caso de necesidad de liquidez.
El plan presentado por el ministro Luis Caputo incluye la intervención del Banco Central en el mercado financiero para vender dólares y cerrar la emisión monetaria. Sin embargo, esta estrategia ha sido evaluada negativamente por el mercado, que teme una profundización de la recesión económica y una posible crisis social que pueda desestabilizar el país.
La incertidumbre y la falta de claridad en la estrategia del Gobierno han generado un ambiente de desconfianza que afecta negativamente a la economía y a la estabilidad financiera del país.