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ECONOMÍA

26 de noviembre de 2025

Whirlpool cerró su planta en Pilar y dejó a 220 familias sin trabajo en un cierre sorpresivo

La compañía estadounidense bajó la persiana de su fábrica inaugurada en 2022 y anunció una reestructuración que la dejará operando solo en el área comercial. Los trabajadores denuncian que no hubo aviso previo y mantienen una protesta en el predio.

Whirlpool, una de las marcas de electrodomésticos más reconocidas del mundo, anunció este miércoles el cierre inmediato de su planta de lavarropas ubicada en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar. La decisión implica la desvinculación de los 220 trabajadores de la fábrica, una medida que cayó como un baldazo de agua fría entre los empleados, que aseguran no haber sido advertidos.

La empresa justificó la determinación en la “falta de competitividad para exportar” y en la creciente presión de productos importados, factores que —según la compañía— volvieron inviable la continuidad de la producción. La planta, inaugurada en 2022 tras una inversión de 52 millones de dólares, había sido proyectada para fabricar 300.000 unidades al año y exportar el 70%. Sin embargo, la caída del mercado redujo la producción actual a la mitad y equiparó el destino entre venta interna y externa.

En un comunicado oficial, Whirlpool informó que la decisión forma parte de una “reconfiguración estructural” de su operación en Argentina. A partir de ahora, la compañía se concentrará exclusivamente en la importación, comercialización y servicio postventa, asegurando la continuidad de su oferta de productos, repuestos y accesorios en todo el país. También remarcó que su permanencia en el mercado argentino “no está en revisión”.

Mientras tanto, en la planta el clima es de tensión. Ignacio Cabezas, uno de los empleados desvinculados, relató en diálogo con FM Plaza 92.1 que la noticia los tomó por sorpresa: “Nos acaban de echar a todos, incluso al personal administrativo. Trajeron un colectivo para llevarse a quien quisiera irse, pero nadie se va. Estamos todos en la playa de estacionamiento esperando una respuesta coherente”.

El trabajador explicó que ya venían notando un retroceso en la actividad: la producción había bajado de entre 500 y 600 lavarropas diarios a unos 400, y dos semanas atrás fueron despedidos los empleados eventuales. Sin embargo, jamás imaginaron un cierre total. Incluso la empresa había adelantado las vacaciones al 22 de diciembre, una señal que tampoco anticipó un desenlace tan abrupto.

La planta de Pilar, considerada estratégica para la región, había sido celebrada por la propia firma al momento de su inauguración. Argentina era entonces el tercer mercado más importante de Whirlpool en América Latina, detrás de Brasil y México. Hoy, ese proyecto queda trunco y 220 familias esperan respuestas sobre su futuro inmediato.

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