Lunes 18 de Agosto de 2025

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ECONOMÍA

18 de agosto de 2025

Milei celebra el superávit, pero la deuda le tiñe las cuentas de rojo regresando el déficit

En julio el Estado volvió al déficit: mientras el resultado primario mostró un saldo positivo de $1,7 billones, los pagos de intereses por casi $2 billones empujaron las finanzas al terreno negativo.

El Gobierno de Javier Milei insiste en mostrar el superávit primario como su mayor logro económico. Sin embargo, el dato de julio reveló la cara menos visible de las cuentas públicas: el resultado financiero fue deficitario en $168.515 millones, lo que implica un salto del 41% en términos reales frente a 2024.

La explicación está en la deuda. Los vencimientos de intereses de los bonos Bonares y Globales, junto con el pago del medio aguinaldo, dispararon las erogaciones en un mes que suele ser complejo. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que en enero y julio se concentran los mayores pagos de intereses, lo que erosiona el resultado general.

Ingresos récord, gastos contenidos

Lo paradójico es que el rojo se produjo a pesar de una fuerte recuperación de los ingresos: las retenciones crecieron 106% interanual, los derechos de importación 80% y los aportes a la seguridad social 54%. En total, los recursos del Estado aumentaron 40%, muy por encima del gasto primario, que avanzó 35%.

Entre los gastos, lo más llamativo fue el aumento del 44% en prestaciones sociales, producto de la fórmula de movilidad vigente. En contraste, las remuneraciones del sector público crecieron apenas 23%.

La “emisión silenciosa”

El talón de Aquiles vuelve a ser la deuda. Aunque Milei insiste con la meta de “emisión cero”, la base monetaria creció 97% en un año y la deuda flotante —pagos postergados— saltó a $3,8 billones en junio, más del triple que en mayo. En el mercado lo llaman la “emisión silenciosa”: un mecanismo menos visible, pero con impacto real sobre la economía.

En definitiva, el déficit de julio expone la fragilidad del programa oficial: sin deuda, el superávit brilla; con deuda, la foto cambia de color.

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