POLÍTICA
27 de julio de 2025
Una boleta, dos proyectos: la alianza que no convence ni a propios ni a ajenos

La Libertad Avanza, que venía con buenos números en Mendoza, decidió aliarse con el oficialismo provincial que tantas veces criticó como parte de la “casta”. El acuerdo generó rupturas internas, malestar en la militancia y abre preguntas sobre el futuro de ambos espacios: ¿quién gana más?, ¿y quién pierde identidad?
La alianza entre La Libertad Avanza y Cambia Mendoza fue una bomba política que nadie pudo ignorar. Oficializado el pasado jueves 24 de julio, el acuerdo unificó a ambos espacios en una sola boleta para las elecciones del 26 de octubre, con el objetivo de disputar bancas provinciales y nacionales bajo la marca “La Libertad Avanza + Cambia Mendoza”. Pero el anuncio, lejos de representar una postal de fortaleza política, dejó una serie de interrogantes sobre la conveniencia real del pacto, especialmente para el espacio libertario.
La gran pregunta que se impone es: ¿le convenía a La Libertad Avanza este acuerdo con el oficialismo que ya va por su tercera gestión consecutiva en la provincia?
La fuerza que comanda Facundo Correa Llano venía creciendo en las encuestas y acumulaba expectativas sólidas entre una base electoral crítica del statu quo. Sin embargo, la decisión de aliarse con el esquema que lidera Alfredo Cornejo —a quien muchos libertarios locales habían señalado como un exponente de la política tradicional y oportunista— no solo generó un corto circuito con su militancia, sino que también expuso la verticalidad de las decisiones impuestas desde la conducción nacional, dejando sin voz a las bases mendocinas.
💥 Internas y rupturas
El costo no fue simbólico. Apenas se oficializó el pacto, Libres del Sur anunció su salida de Cambia Mendoza, denunciando la “contradicción moral y programática” que implicaba aliarse con el espacio de Milei. También hubo grietas en la propia estructura libertaria: el Partido Libertario de Mendoza quedó fuera del armado por decisión de Correa Llano, que impuso un veto a su participación. Desde el sector desplazado hablaron de una “alianza cerrada desde Buenos Aires” que priorizó los acuerdos de cúpula por encima del trabajo territorial.
Incluso desde sectores del Partido Demócrata hubo críticas al acuerdo, por considerar que diluye la posibilidad de construir un frente verdaderamente liberal en Mendoza.
En los hechos, lo que parecía una jugada estratégica para consolidar fuerzas terminó siendo una operación riesgosa que dejó a varios actores fuera del tablero y abrió un frente de disputa interna.
🧩 ¿Una necesidad del oficialismo?
La otra gran pregunta es si este movimiento responde más a una debilidad del oficialismo provincial que a una conveniencia mutua. Tras tres gestiones consecutivas, Cambia Mendoza ya no representa la novedad, ni logra encarnar el cambio. La pérdida de frescura y la creciente fragmentación de su frente podrían explicar la decisión de abrazarse a los libertarios para asegurar volumen electoral y sostener el control legislativo.
En ese marco, surge una inquietud lógica: ¿el oficialismo provincial pierde identidad al pintarse de violeta? El acuerdo con una fuerza que no forma parte de su historia ni de su matriz ideológica plantea un dilema de cara a 2027, donde una posible candidatura libertaria podría arrastrar el protagonismo provincial a un segundo plano.
¿Cambia Mendoza se fortalece con el acuerdo o termina cediendo capital político y programático a un socio que crece sobre su espalda?
⚖️ ¿Quién gana?
Desde lo inmediato, La Libertad Avanza garantiza estructura y listas competitivas, mientras que Cambia Mendoza se asegura un salvavidas electoral. Pero el precio puede ser alto: la narrativa libertaria del “anticasta” quedó herida en su credibilidad, mientras que el oficialismo provincial aparece como una fuerza dispuesta a cambiar de socio según convenga, lo que no necesariamente es bien visto por el electorado más crítico.
Cornejo, que en su historia reciente ha tejido alianzas con el kirchnerismo, el macrismo y ahora con La Libertad Avanza, vuelve a demostrar su plasticidad política. Pero también alimenta una imagen de pragmatismo extremo, que puede desgastar aún más el discurso de coherencia que alguna vez intentó sostener.
🔮 Una alianza con fecha de vencimiento
A menos de tres meses de las elecciones, la pregunta ya no es solo qué resultados obtendrá el nuevo frente, sino qué quedará en pie después del 26 de octubre. En ese escenario, los equilibrios internos, las rupturas externas y la desconfianza acumulada pueden convertirse en un boomerang para ambas fuerzas.
¿Logrará La Libertad Avanza mantener su identidad tras este acuerdo? ¿Y Cambia Mendoza podrá conservar el liderazgo en un escenario donde Milei ya no necesita intermediarios?