NACIONALES
14 de diciembre de 2025
Alerta sanitaria: confirman listeria en quesos Cremón de La Serenísima

La Anmat confirmó la presencia de una bacteria peligrosa en un lote de queso Cremón Doble Crema. Aunque el producto ya estaría vencido, advierten sobre riesgos graves y cuestionan la comunicación de la empresa.
La empresa Mastellone Hermanos, propietaria de la marca La Serenísima, reconoció que una partida de quesos fue alcanzada por una alerta sanitaria luego de que la Anmat detectara la presencia de Listeria monocytogenes, una bacteria potencialmente mortal, en un lote de queso Cremón Doble Crema.
El hallazgo se produjo en la planta que la firma posee en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, y afectó al lote 2703 de envases de 500 gramos, elaborado el 3 de julio de 2025 y con fecha de vencimiento el 11 de septiembre del mismo año. La detección encendió las alarmas por tratarse de un alimento de consumo masivo y por la gravedad de la enfermedad que puede provocar.
La listeriosis es una infección transmitida por alimentos contaminados que puede generar fiebre, vómitos, diarrea, náuseas, dolor de cabeza y malestar abdominal. En los casos más severos, puede derivar en meningitis, septicemia e incluso abortos espontáneos, afectando especialmente a mujeres embarazadas, personas mayores y pacientes inmunosuprimidos. Su período de incubación puede extenderse hasta 70 días, lo que explica que la alerta siga vigente aun cuando el producto ya no se comercializa.
Desde la compañía señalaron que las contramuestras tomadas junto a la autoridad sanitaria arrojaron resultados negativos, pero aun así se activó el protocolo de contingencia. En coordinación con la Anmat y el Senasa, se procedió al retiro y decomiso preventivo del lote involucrado y se interrumpió durante dos semanas la línea de producción para realizar controles exhaustivos antes de su reanudación.
Sin embargo, el comunicado empresarial dejó más preguntas que certezas. No menciona explícitamente la marca La Serenísima —pese a tratarse de su producto más vendido en esa línea— ni aclara si la contaminación estuvo estrictamente limitada al lote identificado. Ese silencio, sumado a la suspensión “preventiva” de la producción, generó inquietud entre consumidores y especialistas.
Por su parte, la Anmat fue contundente: confirmó oficialmente la presencia de Listeria monocytogenes en ese lote, tras análisis realizados por el Laboratorio Nacional de Referencia del Malbrán a partir de muestras recolectadas por el Senasa. El organismo advirtió que, aunque el queso se encuentre vencido, existe un riesgo residual si fue conservado o congelado, y recomendó no consumirlo bajo ninguna circunstancia.
El episodio vuelve a poner bajo la lupa el sistema de controles sanitarios y la forma en que se comunican situaciones que involucran alimentos de alto consumo. La diferencia entre los resultados informados por la empresa y los análisis oficiales expone una zona gris en la validación de los controles y en la transparencia de la información hacia la sociedad.
Además, el caso se da en un contexto político sensible para la autoridad sanitaria. Este año, la Anmat fue cuestionada dentro del propio Gobierno luego de que el ministro Federico Sturzenegger la señalara por su rol en el caso del fentanilo adulterado. Ese antecedente vuelve más incómoda cualquier situación en la que el organismo queda en el centro de una alerta de salud pública.
Mientras tanto, la recomendación oficial es clara: revisar heladeras y freezers y descartar de inmediato cualquier unidad del lote afectado. En un país donde los alimentos básicos forman parte cotidiana de la mesa familiar, el episodio deja una señal de alarma que excede a una marca y reabre el debate sobre controles, responsabilidades y derecho a la información.
