PROVINCIALES
15 de noviembre de 2025
Fuerte retroceso educativo: Mendoza profundiza la caída de inversión y salarios docentes en la última década

Un informe nacional confirma que 19 provincias redujeron su presupuesto educativo en diez años. En Mendoza, el ajuste fue más severo: entre 2023 y 2024 el gasto cayó 11,9% y los salarios docentes se desplomaron 23,6%. La eliminación del FONID agravó el deterioro y especialistas alertan por una “década perdida” para la educación.
La inversión educativa provincial atraviesa su momento más crítico en una década. Un estudio del Observatorio de Argentinos por la Educación reveló que 19 de las 24 jurisdicciones del país destinan hoy menos recursos reales a la educación que en 2014. Mendoza no solo quedó dentro de este grupo, sino que figura entre los distritos con mayor retroceso reciente.
El informe, elaborado por Osvaldo Giordano y María Sol Alzúy Martín Nistal, analiza la evolución del financiamiento educativo entre 2014 y 2024, junto con el comportamiento de los salarios docentes hasta junio de 2025. El panorama es contundente: en 2024, 21 provincias redujeron su gasto educativo comparado con el año previo. A esto se suma que, en la comparación interanual, la región de Cuyo mostró una contracción generalizada, con una excepción parcial en San Luis, que mantuvo mejores desempeños en la década aun cuando sufrió una fuerte caída en 2023–2024.
En el caso de Mendoza, el ajuste fue doble. Entre 2023 y 2024, el gasto provincial en educación se redujo 11,9%, mientras que los salarios docentes perdieron un 23,6% de su poder adquisitivo. Ese dato resulta especialmente sensible porque las remuneraciones representan alrededor del 90% del gasto educativo. Por lo tanto, la caída simultánea de ambas variables evidencia que el ajuste no sólo afectó programas, infraestructura y materiales, sino también el salario de los trabajadores de la educación.
La eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que aportaba entre el 7% y el 10% del salario bruto, intensificó la presión sobre las cuentas provinciales. Algunas jurisdicciones compensaron parcialmente el faltante con recursos propios; otras, como Mendoza, no pudieron evitar el deterioro. En contraste, sólo Chaco, Neuquén y Santiago del Estero lograron aumentar su gasto real en educación entre 2023 y 2024, pese a la caída salarial.
Los datos salariales de 2025 muestran una tenue recuperación en 13 provincias, pero el rezago respecto de 2023 persiste en 21 de ellas. En comparación con 2014, casi todos los distritos están peor, salvo excepciones puntuales como Chaco, Río Negro y Santiago del Estero. En Cuyo, sólo San Juan logró recomponer parte de la pérdida salarial en 2025. Mendoza, en cambio, mantiene niveles estables pero muy lejos de recuperar lo erosionado en los últimos dos años.
Otra señal preocupante es el retroceso de la función “Educación y Cultura” dentro del gasto total del Estado provincial. En 2024, 11 jurisdicciones redujeron la proporción de su presupuesto asignado a educación; en la perspectiva 2014–2024, el número asciende a 16. Es decir, aun cuando los presupuestos crecieron, en varios casos la educación no acompañó ese ritmo y quedó relegada en la priorización general.
Los especialistas califican el período como una “década perdida”. Giordano advierte que el deterioro educativo se suma a un escenario económico complejo marcado por caída del PBI per cápita, estancamiento laboral y aumento de la pobreza. “El sistema educativo viene sufriendo un intenso proceso de degradación”, señala, y remarca que los principales perjudicados son los niños de hogares vulnerables. Desde el IIEP, Javier Curcio coincide y subraya que “la merma salarial afecta de manera directa la calidad del proceso de enseñanza”, al tiempo que reclama un rol nacional más activo para equilibrar desigualdades territoriales tras la eliminación del FONID.
La falta de datos públicos consolidados para 2025 dificulta un monitoreo exhaustivo, pero la tendencia es clara: el financiamiento educativo perdió terreno en la mayor parte del país y Mendoza se ubica entre las provincias con mayor deterioro reciente.
Con la mirada puesta en 2026, el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y la DGE presentó un presupuesto de $1,69 billones, equivalente al 25,3% del gasto provincial. Si se contabilizan fondos indirectos aplicados a programas educativos, esa proporción podría trepar al 29,1%. Entre las prioridades oficiales figuran la mejora de los aprendizajes, la modernización del sistema y políticas vinculadas a la protección de las infancias y al desarrollo cultural.
La discusión de fondo, sin embargo, ya está instalada: cómo revertir una década de retrocesos, recuperar el salario docente y garantizar inversiones sostenidas que permitan recomponer la calidad educativa en Mendoza y en todo el país.
