MUNDO
14 de diciembre de 2025
Chile en las urnas: polarización, cambio y un país en tensión histórica

Hoy los chilenos vuelven a decidir el rumbo de su país en la segunda vuelta presidencial más esperada y debatida de las últimas décadas. Bajo un clima de profunda polarización política, más de 15 millones de ciudadanos acuden a las urnas para elegir entre dos visiones opuestas de futuro, en un momento marcado por la inseguridad, el descontento con el gobierno saliente y un electorado exhausto tras años de convulsión social.
Una elección que resume décadas de tensiones sociales
La elección de hoy no es un simple recuento de votos, sino el reflejo de una sociedad que ha transitado un camino complejo en los últimos años. Chile, históricamente percibido como uno de los países más estables de América Latina, vivió en 2019 un estallido social que desafió el modelo económico y político vigente desde la transición a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973–1990).
Este malestar social, que comenzó con demandas por mayores derechos y reducción de desigualdades, ha evolucionado hacia una preocupación ciudadana centrada en la seguridad, el orden público y la inmigración irregular — temas que dominaron la campaña de este año.
Los protagonistas del balotaje
La elección de hoy enfrenta a dos figuras con propuestas diametralmente opuestas:
- José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, representa una derecha conservadora y dura en mano de obra, con planes contundentes para combatir el crimen y la inmigración, reformas económicas significativas y una postura ideológica que marca un regreso, en tono y fuerza, a políticas más duras que no se veían desde los años post-dictadura.
- Jeannette Jara, candidata del bloque oficialista Unidad por Chile y ex ministra de Trabajo, propone continuar con políticas sociales expansivas, apoyo al ingreso básico y esfuerzos por enfrentar la inseguridad desde un enfoque social más que punitivo.
En la primera vuelta del 16 de noviembre, ninguno de los ocho candidatos consiguió más del 50% de los votos, lo que llevó a este balotaje. Jara encabezó los resultados con cerca de 26,8% y Kast obtuvo alrededor del 23,9%, dejando atrás a otras figuras como Franco Parisi y Evelyn Matthei.
¿Qué está en juego? Más allá de una presidencia
Aunque el foco principal es la presidencia, las elecciones de 2025 también renovaron la totalidad de la Cámara de Diputados y parte del Senado, consolidando una Cámara fragmentada y un Congreso sin mayorías claras, que auguran gobernabilidad complicada, sea cual sea el resultado.
Además, esta es la primera elección con voto obligatorio desde 2012, lo que ha elevado la participación y refleja un electorado más activo y también más insatisfecho con las opciones tradicionales.
América Latina mira con atención
El impacto de estas elecciones no se limita a Chile: en un momento en que gran parte de la región debate entre giros políticos a la izquierda o a la derecha, lo que ocurra hoy puede influir en la percepción de las tendencias regionales y en las alianzas futuras. Países vecinos enfrentan sus propios desafíos políticos, y el resultado chileno será observado de cerca por gobiernos, mercados y movimientos sociales en toda América Latina.
Una nación entre la historia y el futuro
Más allá de cifras y estrategias políticas, las elecciones de hoy son un termómetro de la confianza ciudadana en las instituciones democráticas tras años de tensiones sociales, disensos sobre el modelo económico y debates profundos sobre igualdad y seguridad.
La polarización reflejada en esta elección es un síntoma más de una sociedad que busca respuestas tras años de frustraciones y expectativas incumplidas. Lo que ocurra hoy —si Kast logra capitalizar el descontento con promesas de mano dura, o si Jara logra renovar la esperanza con su agenda social— delineará el Chile de la próxima década.
